A veces nuestras relaciones sexuales no son óptimas, y son debido a posibles disfunciones sexuales que se pueden producir.

Aunque a veces las personas que lo sufren o no le dan importancia o se avergüenzan de ello, y no piden ayuda, generándoles emociones de frustración, ansiedad, culpa, agobio…

Una disfunción sexual se considera problemas fisiológicos, cognitivos-afectivos o motores que dificultan a la persona para disfrutar satisfactoriamente de una actividad sexual (atracción, cortejo, interacción y orgasmo).

Disfunciones sexuales masculinas:

  • Impotencia: dificultad o imposibilidad de alcanzar o mantener una erección del pene lo bastante firme como para poder llevar a cabo la penetración y realizar el coito.
  • Eyaculación precoz: el hombre eyacula con excesiva rapidez durante la interacción sexual.
  • Eyaculación retardada: eyaculación excesivamente lenta o una ausencia total de esta.
  • Coito doloroso: dolor en la eyaculación, bien en los testículos o en los órganos internos.

Disfunción femenina:

  • Apatía sexual: falta de interés por los aspectos relacionados con el sexo y por llevar a cabo conductas sexuales.
  • Anorgasmia: dificultad para alcanzar orgasmos.
  • Coito doloroso o dispateunia: aparición de dolor durante el coito, ya sea al principio, durante o al final.
  • Vaginismo: consiste en una contracción automática de los músculos del tercio inferior de la vagina cuando se intenta la penetración.

 

Si te encuentras en alguna de estas situaciones y quieres resolverla no dudes en pedir ayuda, ya que son situaciones que generan ansiedad, culpa, frustración y podemos ayudarte a manejarlas.

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