Durante las etapas de la infancia y la adolescencia se dan importantes cambios a nivel evolutivo, tanto a nivel físico, cognitivo y emocional, siendo fundamental un desarrollo óptimo para su bienestar, en dicho momento y para el futuro. Además de cambios a nivel evolutivo, durante estas etapas también juegan un papel esencial los vínculos afectivos, sus vivencias, sus aprendizajes, la educación, las relaciones con los adultos e iguales…Pero, en algunas ocasiones, una alteración o cambio en el curso de algunas de estas áreas puede desencadenar en el niño o adolescente determinados problemas y/o conflicto que irrumpan en su desarrollo generando en él, sufrimiento y malestar.
La psicología infantil y juvenil no solo abarca al propio niño y adolescentes, sino también considera a las personas que están a su lado, a sus padres, profesores y otros familiares, que son fundamentales en su vida. Por ello, nosotros, los adultos, somos los responsables de identificar ese malestar, problema o incertidumbre que impide o impedirá que el niño o adolescente viva con el bienestar que merece.
Que el niño o adolescente acuda a consulta psicológica, ayudará a prevenir problemas en su edad adulta y sin lugar a duda, será una pieza clave para llegar hasta su completo bienestar.
“El trabajo esperará mientras le muestras al niño el arcoíris, pero el arcoíris no esperará mientras haces el trabajo”
Erik Erikson.